Dime si estoy todavía en lo correcto,
Y es que tu sombra me persigue en secreto cada noche.
Dime sincero que eres tú,
Frondoso rigor de invierno,
Que tu ciega vejez sonrie sobre cada caída mia.
Y aunque ruégote,
Veraz es que mil rostros tienes,
Y detrás de tu coraza de mil años,
Encontré que tus papeles sólo acusan la vida en la humedad, de no haberla vivido lo suficiente.
He de necesitar papel,
Y tus ropajes con los que te ocultas, quemarlos necesario es.
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