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viernes, 31 de mayo de 2013

[P] E [n] s [E]

Pensé en perfección,
En cada detalle y en mis palabras,

Pensé en pensamientos truncos,
Pensé en futuros,

Pensé que,
Tenes pinta de ser vos,
O quizás simplemente me equivoqué.


lunes, 27 de mayo de 2013

Autobiografía 30/12/2011

1)
Las nueve de la mañana de nuevo. Suena, intermitente-mente, el despertador. Quisiera darle el mismo golpe que le doy siempre, que aprieta cuatro o cinco botones a la vez, para que luego de un espasmo digital verde se apague. Pero me detengo con la mano en el aire, no sé porque realmente lo hago. Hay veces que uno hace cosas que no tienen sentido, hoy parece el día. Me putea desde la habitación contigua mi hermano, que no tiene intenciones de levantarse temprano. Pienso, ya va a parar. Y de hecho lo hizo, pero después de cinco eternos minutos. Seguí inmóvil, escondido entre los repliegues de la cubrecama azul, mirando de vez en cuando hacia la ventana que traía brisa. 

2)
Me volví a dormir. Hace días que no sueño, ni tengo alguna señal de algo. Mis días pasan como una nube, una bruma, y me levanto, descansado por suerte, pero sin sueños. No soñar es algo particular. A mi me afecta, es como un descanso sin sentido, uno largo, pero sin imaginación. A veces me gusta imaginar, me hace sonreir llegar a lugares donde despierto quizás no me acerque mucho. Imaginar, es para mi como andar enamorado de muchas cosas, es el alma de mis sentimientos. Hace días que no, pasa, y de a poco siento que me consumo en una rutina odiosa, y a veces triste.

3)
Salí a correr. Si es algo que me anima, moverme, dejarme flotar. Es cómo un límite de comodidad, y además ando un poco gordo. Me siento también pesado, pero no sé si tendrá que ver con mi cuerpo, mirandome con los ojos cerrados se que no. Otra cosa, me gustaria ser directo, con lo que vivo, pero no es tan fácil. Siento soledad.

4)
Quedé la tarde sentado en un mismo lugar... a diez pasos de diferencia. Creo que la depresión se parece mucho a estar sentado. Me siento bien, ya dejé de llorar las tardes mirando mi pieza. Los pliegues de las sábanas, el reloj apagado porque odiabas que lo golpee. Dejé de imaginar que entrabas por la puerta, para  sorprenderme con una sonrisa, o algo de comida. Sí, hoy la depresión se parece a mi casa, son resplandores seculares que duran segundos, se sienten vívidos si me agarran distraído cómo hoy.

5)
Estoy cerca de la noche,
El día se está yendo por las lamparas de luz.
Me recuesto de nuevo,
Dejando de buscar por lo que duren estos segundos, algo que ya no está.

sábado, 25 de mayo de 2013

Leer en caso de emergencia;

¿Cómo saber si usted está entrando en el ciclo de pánico?
Lea, por favor, antes que pensar en otras cosas, atentamente las siguientes instrucciones, con el tema de fondo que en esta hoja virtual se adjunta:



1. Haga memoria de cómo llegó -qué cosas le sucedieron- al momento crítico de agarrar la presente hoja. Identifique, en la medida de lo posible, aquello que denominamos "condiciones iniciales de ansiedad". Si tiene hoja y papel es mejor, dese el beneficio de escribirlas.
2. Intente luego, de saber qué paso, Cómo lo hacen sentir estas cosas. Si la palabra que le viene a la cabeza es: ansiedad, por favor continue leyendo estas consignas. De lo contrario, intente respirar profundo y sentarse en un lugar cómodo.
3. Una vez que sabe qué siente ansiedad, pregúntese que tan alta es. Recomendamos que la mida en una escala del uno al diez. 
a). Si el resultado es menos de cinco, vuelva la punto dos.
b). Si el resultado es más de cinco, prosiga con las consignas.

4. Si esta ansiedad le provoca, presión en las muñecas, cabeza o empuja a su cuerpo a violentarse, sin ya recordar cuál era la causa que identificó en el punto uno, entonces ha entrado en el ciclo de pánico.

5. Si llegó al punto cuatro del cuestionario, le recomendamos firmemente:
a). No estar solo,
b). Tomar mucha agua,
c). Evitar lugares cerrados,
d). Evite el consumo de alcohol u estupefacientes; La experiencia del dolor puede ser excesiva, pero se recomienda pasar por ella, siempre acompañado debidamente.
e). Si se vuelve insoportable, no deje de consultar algún médico.

6). Si todavía suena el tema y usted ya terminó de leer, por favor, vuelva y repita el paso uno, hasta que llegué con quién hablar (terapeuta, conocido o familia). Recuerde, no pare el proceso hasta que alguien golpee su puerta.





Panic Show


Piensa, pequeña piedra, piensa,
Que ya estas para saltar,
Puedes comprender,
Que el cosmos te abrazó,
Con el fin de azul vestirte,
Y una coraza honrarte,

Ahora lista estás,
Puedes, quizás salvarla,
Intentar no mirarte,
Contar tu historia de Dragones y hadas.

Piensa, piensa,
Que sólo debes callarte,
Invitarla sólo a jugar,
La forma de un bastón sostener,
Antiguo y sabio,
Aunque tus mejillas se sonrosen todavía;

Ahora lista estás,
Puedes, quizás salvarla,
Intentar no mirarte,
Contar tu historia de Dragones y hadas.

Piensa, piensa,
Que no importas más,
Piensa, piensa en correr cada vez que llame,
Piensa, para no pensarte más.

Panic attack

De las cosas que no suceden
Un último saludo,
en la parte del pánico que se repite,
Una estrella trajo,
Roja deidad de espejos,
Entre laberintos te encuentra,

¿Cuánto soportarás esta vez?
¿Cuando redimirás, la metáfora, de su realidad?

De las cosas que suceden,
Puedo bordear tu figura,
Extender lo oscuro,
Y el vivo odio por tu pasado,
La sencillez de no querer nada,
Y el hecho de olvidar mi nombre,
En cada palabra;

Dime,
¿Cuánto soportarás esta vez?
¿Cuando redimirás, la metáfora, de su realidad?

Sobre el marco,
Colgué lo que no puedo ofrecer,
Y en el limbo del límite,
Por algo que no se entiende,
Me fui;
Quién supiera,
Si yo dijera,
Que no más qué idioteces bebo,
Pero de ellas me embriagué,
Antes de entender,
Que escribo para no decir,
Y en un recuerdo,
olvido para no ver;

Dime,
¿Cuánto soportarás esta vez?
¿Cuando redimirás, la metáfora, de su realidad?
Dime,
¿Cuánto soportarás esta vez?
¿Cuando redimirás, la metáfora, de su realidad?

Hasta que seas canción,
O cuadro,
O pesadilla,
O Dios,
O miseria,
O Olvido,
O nada.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Des - normalidad


Lo que nos une,
La misma debilidad,
De haber nacido de un troquelado de cartón,
Bolsa colorida, casi asqueada,
Sobre una caja que no aprendió,
Aunque lo intentó más de una vez,
A ser recordada.

No estoy seguro,
Denso,
Acomodé mi tumba,
Justo en una fuga,
Dónde nací.

Lo que nos une,
Fue,
El día mismo, que con ahínco,
Aquel niño de mi rostro lo armo,
Comprendió,
Un pasado posible y un futuro en solitario;

No estoy seguro,
Denso,
Acomodé mi tumba,
Justo en una fuga,
Dónde nací.

Lo que nos une,
La misma debilidad,
De saber que aunque quiera,
Ya nada es igual.

domingo, 5 de mayo de 2013

La primera vocal


Por esos cuartos de cuarto soñé,
Mirando los anteojos que rompiste en ese pasillo gris;

Dónde dos pasos se vuelven millones,
Y lo que quisiera se difumina en tus espirales,
Es que no se dice más de lo que se ve,
Si nada hay allí,
Aunque me empecine en no olvidar.
Ya lo hice, en un recuerdo.

Por esos cuartos de cuarto reí,
Mirando los anteojos que rompiste en ese pasillo gris;
Dijiste tu pasado turbio,
Y yo en la acera bailé;

Por esos cuartos de cuarto lloré,
Mirando los anteojos que rompiste en ese pasillo gris;
Algo,  lo que redimí,
Otro tanto suerte fue;

Será un destiempo,
Será?
Será que aunque me empecine en no olvidar,
Ya lo hice, en este recuerdo.